Me acordé
- Jessica Escobar Velez
- 21 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 ago 2021
Año 2014 de lunes a viernes realizaba la misma ruta, aproximadamente a la misma hora, espera un bus para regresar a casa, casi siempre estaba muy cansada, vivía en un pueblito a las afueras de la ciudad y estudiaba a dos kilómetros del centro de Medellín, para ahorrar un poco de dinero caminaba ese trayecto ida y regreso, empezó siendo un año de transformación, trajo con sigo pruebas que hasta la fecha agradezco... Y entonces iba yo regresando a casa era una rutina y solía encontrarme a veces con las mismas personas que se dirigían hacia el mismo lugar a la misma hora, claramente no siempre éramos las mismas personas pero por lo general coincidíamos un hombre de unos Setenta años y yo, nos saludábamos con una sonrisilla , ingresábamos al bus y cada quien tomaba asiento, hacía calor y al interior una multitud diversa de personas, yo siempre me dormía en el trayecto a casa, sentía una energía muy bonita de aquel hombre, reflejaba su experiencia, paz interior y su magia.

Me sentía cercana a él aunque nunca cruzamos más que una simple sonrisa, un día el se sentó justo a mi, yo estaba al lado de la ventana y como era costumbre me dormía durante todo el trayecto y este hombre amablemente dejaba que yo reposara mi cabeza en su hombro ( yo no lo hacía a propósito, por inercia mi cabeza se iba hacia los lados al dormir) y el ni siquiera se movía para no despertarme, cuando por fin despertaba el actuaba como si nada hubiera pasado, esta situación se repitió varias veces, normalmente si te duermes en el bus la persona que esta a tu lado te corre o hace algún movimiento para que cambies tu posición, pero este señor aguantaba hasta una hora sin movimiento alguno y yo descansaba plácidamente, un día decidí no dormir y empecé a escribir en mi cuaderno pero el sueño me venció al parecer me dormí con mi cuaderno abierto y cuando desperté este hombre me dijo, vas a cumplir todos esos proyectos estoy seguro, hehe y yo sonriendo le agradecí, hoy me acordé de esta historia y decidí escribirla lentamente sin realizar algún movimiento que pudiera despertar a la persona que está viajando a mi lado viajando en el tren.
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